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Presencia teotihuacana en la cultura Bolaños
María Teresa Cabrero G.
Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM, México
Resumen
El cañón de Bolaños fue ocupado durante el periodo prehispánico por un grupo proveniente, posiblemente, del centro de Jalisco, puesto que traían dentro de su bagaje cultural la costumbre de depositar a sus muertos en tumbas de tiro y la construcción de conjuntos circulares como centros ceremoniales. El cañón principia en el altiplano centro-norte y corre hacia el sur hasta desembocar en el río Grande de Santiago en el centro de Jalisco. La presencia de una máscara mortuoria hecha con mosaicos de Spondylus princeps que muestra una nariguera colgante con la representación de una serpiente emplumada y, por otra parte, el descubrimiento de una nariguera con la representación de Tláloc sugieren un contacto con las caravanas teotihuacanas que transitaban a través de la ruta interior de intercambio comercial propuesta por Kelley.
Palabras clave
Presencia, teotihuacana, cultura, Bolaños, Teotihuacan, México.
Fechas
Recibido: 2-6-2015. Aceptado: 9-6-2015. Publicado: 1-7-2015.
Cómo citar
Cabrero G., M. T. 2015. Presencia teotihuacana en la cultura Bolaños. Arqueología Iberoamericana 27: 3-11. URL: http://www.laiesken.net/arqueologia/archivo/2015/27/1. PURL: http://purl.org/aia/271.
Conclusiones
La presencia de estos objetos en la cultura Bolaños constituye la confirmación de la existencia de la ruta del interior que propuso Kelley hace casi cuatro décadas. Confirma también el contacto de las caravanas teotihuacanas con las culturas que contactaban. Aun cuando la cultura Bolaños estaba lejos del paso, sus integrantes las interceptaron con el propósito de intercambiar mercancías y tomar ideas que llegaron hasta su religión, por convencerse de que los dioses que veneraban los teotihuacanos eran ideales para su propia protección. Con base en ello, reprodujeron, a su entender, sus atributos tal como los concibieron de sus creadores, adaptándolos a sus propias necesidades.
El personaje enterrado con la máscara debió de ser en vida uno de los gobernantes o, tal vez, sacerdote de gran importancia como se observa en el delicado y extraordinario trabajo tanto de la máscara como del colgante inferior. Las otras tres orejeras se descubrieron en el interior de la estructura situada frente al espacio dedicado a los entierros directos y junto a la que se consideró como templo. Esta estructura mostró una entrada a la habitación delimitada por un metate en la parte media y un entierro en ambos lados; además, se descubrió la cabeza de una figurilla masculina con una cabeza de tlacuache que le cubría la cabeza hasta la mitad de la cara. Esta pieza es única en el conjunto de figurillas de la región, por ello supongo que representa a un sacerdote durante algún tipo de ceremonia. Por todo lo anterior (orejeras, figurilla y contenido de la habitación), considero que la estructura habría sido el asiento de los integrantes religiosos del sitio.
Sobre la autora
María Teresa Cabrero G. (cabrerot@unam.mx), Doctora en Arqueología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es Investigadora Titular del Instituto de Investigaciones Antropológicas (UNAM), miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, de la Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas y de la Society for American Archaeology.
Ha recibido diversas condecoraciones, publicando media docena de libros y cerca de cincuenta artículos científicos.
CITADO POR
© 2015 ARQUEOLOGÍA IBEROAMERICANA - ISSN 1989-4104 - Publicación periódica trimestral.
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