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El arqueólogo Pascual Izquierdo-Egea es editor y director de la revista ARQUEOLOGÍA IBEROAMERICANA desde su fundación en enero de 2009. Actualmente, desarrolla sus investigaciones científicas en el Laboratorio de Arqueología Teórica (Graus, ES).

Obtuvo el grado de Doctor en Filosofía y Letras (Historia) a finales de 1993 en la Universidad Autónoma de Barcelona, defendiendo la tesis Análisis funerario y reconstrucción histórica de las formaciones sociales íberas. Como investigador, se especializó en arqueología teórica.

Entre sus logros científicos más relevantes, sobresale el haber descubierto y aislado los ciclos económicos de la protohistoria ibérica gracias a la aplicación del método de valoración contextual de los ajuares funerarios (1989-1993). También cabe remarcar el haber detectado las devaluaciones monetarias registradas en los cementerios romanos, además de demostrar la coincidencia de las fluctuaciones económicas observables en los mismos con las fuentes clásicas (2010-2012). A principios de 2015 publica un contundente estudio sobre la medición de la conflictividad social a partir del registro funerario (2012-2014), el cual ofrece una indiscutible oportunidad de transformar la arqueología en una verdadera disciplina científica siguiendo los pasos de una renovadora arqueología de los fenómenos sociales.

Estudió con prestigiosos profesores aunque nunca recibió ayuda de nadie. No obstante, a pesar de numerosos inconvenientes, fue capaz de lograr grandes éxitos científicos merced a unos méritos basados en el carácter marcadamente autodidacta de su brillante trayectoria investigadora.

Tras un largo paréntesis debido a causas ajenas a su voluntad, retomó su fructífera línea de investigación en 2008. Desde entonces, ha analizado las fluctuaciones económicas y los cambios sociales registrados en la necrópolis ibérica de Pozo Moro (2009), los cementerios de la Ampurias romana de época altoimperial (2010), la necrópolis de Grand Bassin II en Mailhac (2011), los cementerios romanos de Baelo Claudia y Pollentia (2012), la Ampurias griega del siglo V antes de nuestra era (2012), la necrópolis gala de Vaugrignon (2013), los entierros prehispánicos de la cuenca del río Balsas en México (2014), la necrópolis fenicia de Tiro-Al Bass (2014), los entierros mayas de Uaxactún y Barton Ramie (2015) o los prehispánicos de Monte Albán (2016). En la actualidad, lucha insistentemente, contra viento y marea, por convertir a la arqueología en una verdadera disciplina científica a pesar de que no hay peor ciego que el que no quiere ver, expresión que resume el injustificable escepticismo imperante.

Entre sus descubrimientos más recientes (2013), destaca que el colapso de las civilizaciones mesoamericanas del Clásico Tardío (c. 650-900 d. C.) —Teotihuacán, Monte Albán y los mayas clásicos— quedó registrado en los ajuares funerarios de la cuenca del río Balsas, México. Un hallazgo posterior (2014) entre los mayas clásicos de Guatemala y Belice, así como en Monte Albán (Oaxaca, México), lo corrobora de forma inapelable. Además, ha demostrado (2016), con evidencias contrastables, que el colapso de la civilización argárica de la Edad del Bronce dejó su testimonio material en el registro mortuorio de Gatas (Turre, Almería), Lorca (Murcia) y Cuesta del Negro (Purullena, Granada), en el actual Sureste español. A todos estos éxitos científicos, cabe añadir el de haber acreditado, a través de las evidencias funerarias, la estrecha conexión socioeconómica entre Corinto, Ampurias, Grecia e Iberia a lo largo del siglo V antes de nuestra era (2017). Esas pruebas irrefutables confirman, como ya ocurriera en todos los estudios anteriores, la validez científica universal de la teoría y metodología empleadas.

En otro orden de cosas, posee una amplia experiencia en la edición de revistas científicas (impresas y digitales) así como en Internet (desarrollo de sitios web y programación de buscadores).

El Editor no se identifica necesariamente con las opiniones de los autores y somete todos los trabajos recibidos al CONSEJO ASESOR y sus evaluadores para decidir su publicación, manteniendo una absoluta confidencialidad sobre las deliberaciones de sus miembros.